
Nos inspira la ancestralidad americana tejida en la trama global
Jarilla: La Guardiana del Monte
Crece en suelos áridos, bajo el sol intenso. Fuerte, silvestre, persistente. La Jarilla es una planta nativa del monte argentino, un tesoro de la herbolaria popular valorada por sus propiedades cicatrizantes, antisépticas y regeneradoras. En IMAMAI la elegimos por su historia y su potencia protectora, un recordatorio de que la belleza también puede ser áspera y sanadora al mismo tiempo.
BONDADES ESENCIALES: Protege | Regenera | Purifica
Presente en: Óleo Calcáreo, Jabón Botánico Jarilla + Lavanda.
Quinoa: El Grano Madre de los Andes
Considerada un regalo de los dioses por las culturas andinas, la quinoa no es solo un alimento, es un legado de fuerza y nutrición. En la piel, su extracto actúa como un tejido líquido, rico en aminoácidos y minerales que reparan y protegen las barreras más delicadas. Usar quinoa en nuestras fórmulas es una forma de honrar la sabiduría de la tierra y la fortaleza de las mujeres que la han cultivado por siglos.
BONDADES ESENCIALES: Nutre | Repara | Fortalece
Presente en: Shampoo pies a cabeza (Neutro y Lavanda), Emulsión Bebé Mamá.
Chía: La Fuerza Silenciosa
Las semillas de chía eran el secreto de la resistencia de los corredores ancestrales. Esa misma fuerza concentrada, rica en ácidos grasos Omega 3, es la que su aceite le entrega a la piel. Actúa como un escudo protector invisible, calmando la inflamación, reteniendo la humedad y devolviéndole la elasticidad al tejido. Es una pequeña semilla con una potencia inmensa, un recordatorio de que la verdadera fuerza a menudo es silenciosa.
BONDADES ESENCIALES: Hidrata | Calma | Protege
Presente en: Emulsión Bebé Mamá.
Cacao: La Semilla Sagrada
Para los pueblos de América, el cacao era medicina, moneda y ofrenda. Un conector con lo divino y lo terrenal. De su semilla nace una manteca untuosa y noble, capaz de nutrir las pieles más secas y sensibles. Su perfil rico en antioxidantes protege la piel, mientras que su textura cremosa es una caricia que envuelve y repara. En IMAMAI, la usamos como un gesto de devoción a la generosidad de la tierra.
BONDADES ESENCIALES: Nutre | Suaviza | Repara
Presente en: Jabones botánicos.
Pasionaria: La Pausa en Forma de Flor
También conocida como Mburucuyá en la tradición guaraní, la pasionaria es la flor de la calma. Su belleza exótica esconde una farmacopea de compuestos que invitan a la serenidad. Aunque es famosa por su efecto calmante a nivel interno, su extracto sobre la piel ayuda a aliviar la irritación y el estrés cutáneo. Es la planta de la pausa, del ritmo lento, del silencio que repara.
BONDADES ESENCIALES: Calma | Alivia | Descongestiona
Presente en: Aceite Íntimo para mujer.
Llantén: El Sanador Humilde
Crece en los bordes de los caminos, en los lugares olvidados, siempre a la mano para quien lo necesite. El llantén es la gran planta cicatrizante de la herbolaria popular. Sus hojas, ricas en taninos y mucílagos, tienen la capacidad de calmar el picor, reducir la inflamación y acelerar la regeneración de la piel dañada o irritada. Es la sabiduría de lo simple, la medicina humilde que siempre está ahí para cuidar.
BONDADES ESENCIALES: Cicatriza | Regenera | Calma
Presente en: Jabón botánico Caléndula + Llantén, Loción herbal de limpieza, Shampoo pies a cabeza.
Mandioca: La Suavidad de la Raíz
La mandioca (o yuca) es una de las raíces más nobles y fundamentales de nuestra tierra americana. De ella se extrae un almidón finísimo que, en contacto con la piel, actúa como un velo de suavidad. Su principal virtud es la de calmar y absorber la humedad sin resecar, respetando el equilibrio de las pieles más sensibles, como la de un bebé. Es el abrazo suave de la tierra, convertido en un cuidado puro y gentil.
BONDADES ESENCIALES: Suaviza | Calma | Protege
Presente en: Pomada protectora ( cola + cuerpo )